LA CLASE MEDIA EN ESPAÑA: LOS "NUEVOS RICOS" DEL PASADO, LOS "NUEVOS POBRES" DEL PRESENTE

Escribe Paloma Ausín

Desde hace unos años, somos testigos directos -a través de nuestros vecinos más desafortunados, y por los medios de comunicación- de los “famosos” desahucios. Hecho que observamos con mayor precaución, ya que esta vez no se trata de morosos o estafadores que han arrastrado a sus familias a esa situación, sino que se trata de personas normales que no pueden hacer frente al pago de la hipoteca por “quedarse en el paro”.

Hace unos meses todo el país veía como se había suspendido el desahucio a una familia, gracias a la mediación de una monja, la hermana Inmaculada, directora de un colegio en Villaverde, y profesora de los hijos del matrimonio deudor de la hipoteca con Bankia. 

La hermana Inmaculada no pudo quedarse de brazos cruzados y consiguió atrasar el desahucio, de forma amistosa, hasta final de curso: el próximo 30 de junio. En esta ocasión, argumentó a las autoridades que los niños no podían tener una buena calidad educativa, si las horas que iban a estar fuera de la escuela, las iban a pasar viviendo en la calle. 

Ya han pasado esos meses de tregua, y gracias a la solidaridad de familiares y vecinos, este matrimonio ha tenido tiempo para cambiar una situación extrema. Situación que la sufren en España –diariamente- decenas de familias y no cuentan con la suerte de tener a su lado a más “Inmaculadas”. Pero el país no ha llegado a esta situación de la noche a la mañana. Nadie preveía que esto iba a durar tanto y por tanto tampoco se presagiaban sus nefastas consecuencias.

El “farol” del Sr. Presidente 

Si retomamos al 22 de febrero de 2003, tuvo lugar una visita de D. José Mª Aznar al rancho de Texas de Mr. George Bush. Es probable que la fecha no les diga nada, pero si les recuerdo la famosa frase, de nuestro entonces presidente, y con un pronunciado acento texano -“estamos trabajando en ello”- ya es otra cosa. En ese mismo viaje, Aznar, en un arrebato patrio del Reino, soltó el gran farol de que España estaba formada por 40 millones de ricos.  

Por estos lares llegó como una auténtica fanfarronería propia del que se pone un sombrero texano y se cree John Wayne en plena Conquista del Oeste. Pero reconozcamos, que sí nos considerábamos ricos, con respecto a otros países. Por supuesto, nadie imaginaba que esos nuevos consumidores de media-alta gama, de los que presumía Aznar, se iban a convertir casi 10 años después, en los mayores usuarios de ayudas sociales, y alimentados por CÁRITAS.

En un lustro la pobreza ha ganado terreno

En enero de 2006 se decía que la situación de pobreza ya afectaba a 8 millones de personas. Esta cifra subió en menos de dos años en un millón de personas, al coincidir con el fin de año de 2007, época en la que se pudo ver pequeñas señales de alarma, por el inicio de la crisis. 

A mitad del año 2008, se estableció que los que padecían “pobreza moderada” eran aquellos que ganan unos 600 euros de media al mes. En ese año, la cifra de personas dentro de ese baremo ascendía a 9 millones, de los que 1,7 millones eran menores en situación de riesgo.

Además, no hay que olvidar que en aquel año la “pobreza invisible” estaba en torno al 40%, de los casos entre jóvenes de 26 y 35 años. Es decir: personas que aún no habían abandonado el domicilio familiar, pero que si lo hubiesen hecho para emanciparse, el 70% viviría en la pobreza. 

Desde noviembre de 2008, ya eran claros los casos de cabezas de familia, que tras encontrarse en el paro y con unos gastos que sobrepasaban el nivel de vida familiar, no podían hacer frente a hipotecas y deudas. Además, España, tenía la tasa má alta de temporalidad laboral de la UE y una importante incidencia de los empleos de baja remuneración entre la población menor de 25 años, mujeres, y extranjeros. 

Tanto fue así, que en 2009 había más de 10,5 millones de personas en riesgo de exclusión social y pobreza, pero en 2010 aumentó a los 11,5 millones. Una cifra complicada de abastecer en tan poco tiempo. Por ello, en 2011 se alarmó a las instituciones gubernamentales que la pobreza estaba creciendo a pasos agigantados en la sociedad española. 

El nuevo perfil del “indigente”

¡Ya estamos en 2012!, cuesta creerlo, y el Estado de Bienestar, por el que han luchado abuelos y padres se está desmoronando. La distancia entre ricos y pobres es cada vez mayor, una característica más propia de un país tercermundista que de una potencia de la “zona Euro”. 

Uno de cada tres parados en Europa es español y uno de cada cuatro de esos españoles en paro está amenazado por la pobreza.

Los nuevos perfiles de pobreza para esta primera mitad de siglo XXI:

• Trabajadores que desarrollan su actividad laboral a jornada completa, pero al reducirse los sueldos, a penas pueden hacer frente a los gastos domésticos y de hipoteca. (Solo en la Comunidad de Madrid la cifra asciende al 23% de los trabajadores).
• Parejas jóvenes con estudios superiores y sin estudios, uno de ellos en situación de desempleo y con 1 hijo.
• Parejas jóvenes con estudios superiores y sin estudios, ambos en el paro, y con hijos.
• Personas mayores que con sus pensiones soportan las cargas económicas de hijos y nietos.
• Personas mayores o personas con minusvalía que perciben pensiones reducidas.
• Familias monoparentales, mayoritariamente dirigidas por la madre, que a consecuencia de las desigualdades salariales, tiene ingresos bajos.

Todo ello, en un país de segunda potencia, que un día, a principios de este siglo, soñaba con estar en la primera.

Grecia y España, familias unidas hasta que vino la crisis 

Los padres griegos se han visto obligados a abandonar a su prole porque no son capaces ni siquiera de alimentarlos. Niños de todas las edades son abandonados en las puertas de colegios e instituciones. Desde bebés de pocos meses -su madres con síntomas de desnutrición no pueden amamantarlos-, hasta el caso de un joven de 15 años, cuyos padres no podían hacerse cargo.

La alarma saltó pocos días antes de Navidad. Una maestra en Atenas encontró una nota junto a una de sus alumnas de cuatro años: "Hoy no vendré a buscar a Ana porque ya no puedo mantenerla. Por favor, hazte cargo de ella. Lo siento. Su madre". Noticia que publicó la BBC en enero de 2012. 

En su momento, juzgué de tremendista a un periodista español, cuando tituló esta información con un refrán castellano del siglo XV: “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…” (pon las tuyas a remojar). Hasta que el pasado 14 de mayo todos los medios españoles se hacían eco de la siguiente noticia: “Una mujer desesperada abandona a su bebé en una guardería de Almería”. En esta ocasión, no eran ni padres irresponsables ni mafias.  La madre, tras un largo examen de conciencia, anudó el cordón umbilical de la recién nacida con un trozo de media y escribió en un papel: "(…) No me juzguen, es lo más duro que he hecho en mi vida". 

Posiblemente ahora pensemos que es un caso aislado más, como otros tantos, pero llevamos mucho tiempo con las excusas de si la culpa la tiene la crisis, si el estallido de la burbuja del ladrillo, si la mala gestión de los bancos, los despidos masivos, los ERE´s, las reformas laborales, bla, bla, bla, y la sociedad ya está CANSADA. Ya nada justifica que millones de familias, en un país de segunda potencia, coman una vez al día y con una dieta escasa en proteínas.

Hoy en día, en España, más de dos millones de niños tienen carencias alimentarias que pueden acarrearles problemas gastrointestinales, de desnutrición y de salud para el resto de su vida. Y estos problemas afectarán a unas cuantas generaciones. Volvemos sin querer a la época de la España de la posguerra, a esa generación de los “niños del hambre”, todavía muy presente en la memoria de la mayoría de nuestros mayores, por experiencia propia. 

No me mal interpreten, sabemos que hay muchas familias en el mundo que lo padecen. Pero estamos hablando de un país, dentro de una Unión de Estados, cuya economía ha tenido que demostrar que estaba preparada para soportar una moneda única, nueva y competitiva mundialmente.

Paloma Ausín Molina (España) es egresada del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente, escribe un blog sobre liderazgo y talento Miscelánea de Talentos. Además, desarrolla su labor periodística en el área de la comunicación del sector gastronómico. En 2009, como proyecto personal, adquirió amplios conocimientos de la cultura y el idioma chino, tras su convivencia con una familia nativa de la ciudad de Shanghái (China).