Escribe Pamela Pacheco
El arqueólogo norteamericano Hiram Bingham escribió en su
libro de anotaciones, el 25 de julio de 1911: “Agustín Lizárraga es el descubridor de
Machupicchu y él vive en el puente de San Miguel, justo antes de pasar…”. Lizárraga llegó al santuario inca nueve años antes que Bingham.
Agustín
Lizárraga era un campesino de clase media que se dedicaba a cobrar impuestos
del Estado desde Cusco hasta Quillabamba. En 1902 organizó una expedición para
hallar nuevas tierras de cultivo y de esta forma encontró el santuario, cuando
llegó a la cima escribió en una piedra del Templo de Las Tres Ventanas: “Agustín Lizárraga, 14 de julio de 1902”,
como prueba de su presencia en la ciudad inca, declarada Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO en 1983.
Alfred Bingham, hijo del arqueólogo norteamericano, señala en su libro “Retrato de un explorador” que su
padre eliminó de sus escritos toda referencia a Agustín Lizárraga y se fue transformando
en el descubridor de Machu Picchu, después de que el agricultor falleciera
ahogado en el río Urubamba el 11 de febrero
de 1912.
El
Director del Parque Arqueológico de Machu Picchu, Fernando Astete, reconoce a
Bingham como el descubridor científico: "Para
mí todos los que fueron antes de Bingham fueron huaqueros. Al menos 30 años
antes que él hubo expertos como el alemán Herman Göhring, que en 1874 ya había
cartografiado la zona y tenía identificados los cerros Machu Picchu y Huayna
Picchu”. Astete sostiene que no es lo mismo llegar a una ruina arqueológica
que estudiarla: “Hiram Bingham es el
descubridor científico de Machu Picchu, porque vino con un grupo de
profesionales para excavar y estudiar el sitio y lo dio a conocer al mundo”.
En contraste con estas afirmaciones, el ingeniero
cusqueño Américo Rivas Tapia, autor del libro "Agustín Lizárraga: el gran descubridor de Machu Picchu",
presentado hace un año, argumenta:
"Lizárraga no tenía periódico, ni revista, e Hiram Bingham tenía al
presidente estadounidense William Howard Taff, al presidente de Perú Augusto B.
Leguía, a la National Geographic, a la Universidad de Yale y a sus amigos
millonarios".
El
periodista arequipeño Enrique Portugal denunció en 1961, a través de su
artículo: “Hiram Bingham. El traficante de Machu Picchu”, incluido en el libro
“Tareas del Pensamiento Peruano”, el saqueo que el arqueólogo realizó en la
ciudad inca: “(...) jamás me sentí tan hondamente preocupado, o mejor
terriblemente indignado, cuando al recorrer la vieja ciudad, bajo la lluvia y
en medio de un calor ciertamente sofocante a pesar de la enorme altura,
comprobé que lo único que Hiram Bingham no se había llevado eran los aposentos
reales de pesados muros, las bien delineadas plazas y anfiteatros, las finas y
pulidas piedras de las tumbas reales y de la nobleza, los altivos y fuertes
torreones, los bellos y hoy descuidados jardines colgantes, el Intihuatana, el
famoso Templo de las Tres ventanas, la Plaza Sagrada, el hermoso Templo
Semicircular, las mansiones reales, el regio santuario”.
¿Cómo
llegó Bingham a Machu Picchu?
Bingham
viajó al valle de Vilcabamba con Melchor Arteaga, amigo de Lizárraga que
conocía perfectamente la zona porque lo acompañó en sus expediciones.
El
24 de julio de 1911, el campesino
Melchor Arteaga guió a Bingham hasta el santuario al módico precio de un sol. A
mitad de camino Arteaga contactó con dos pobladores de la zona que continuaron
el recorrido con Bingham, la inclemencia del clima y el espesor de la selva
causaron estragos en ambos caminantes, pero la motivación Bingham era tan
grande que continuó ascendiendo hacia la cima de la montaña con sus nuevos
compañeros de ruta.
Cuando
llegaron a lo más alto no solo vieron templos, casas y construcciones
simétricas de piedra, sino que se toparon con la inscripción de Lizárraga en el
Templo de las Tres Ventanas: "Agustín
Lizárraga, 14 de julio de 1902".
Un
año después Bingham ascendió nuevamente a la ruina arqueológica para continuar
con sus investigaciones, acompañado por una expedición financiada por la
Universidad de Yale y la National Geographic,
y aprovechó el viaje para borrar de la historia la inscripción de
Lizárraga.
José
Gabriel Cosio, Delegado del Gobierno Peruano y de la
Sociedad Geográfica de Lima ante la expedición científica de la Universidad de
Yale, dirigida por Hiram Bingham, escribió:
"El Doctor Bingham tiene el
indiscutible mérito de ser el primero en haberla estudiado científicamente
(...). El 14 de julio de 1902, llegaron a Machu Picchu los vecinos de Collpani,
don Enrique Palma y don Agustín Lizárraga, en compañía de don Gabino Sánchez a
conocer estos restos, como leí en una inscripción que todavía existía en uno de
los muros durante la excursión que hice en enero pasado".
En 2010, la familia Lizárraga constituyó la Asociación
Civil “Descendientes de Agustín Lizárraga” que tiene por objetivo el
reconocimiento de su antepasado como descubridor de la quinta maravilla del
mundo moderno y, de esta forma, hacer realidad el sueño de reescribir la
historia…
Pamela Pacheco González (Perú) es egresada del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense de Madrid. Es periodista, actualmente vive y trabaja como comunicadora en Madrid.
Pamela Pacheco González (Perú) es egresada del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense de Madrid. Es periodista, actualmente vive y trabaja como comunicadora en Madrid.
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