lunes, 4 de junio de 2012

MACHU PICCHU: LA VERDAD SOBRE EL DESCUBRIMIENTO DE LA QUINTA MARAVILLA DEL MUNDO MODERNO


 
Escribe Pamela Pacheco

El arqueólogo norteamericano Hiram Bingham escribió en su libro de anotaciones, el 25 de julio de 1911: “Agustín Lizárraga es el descubridor de Machupicchu y él vive en el puente de San Miguel, justo antes de pasar…”.  Lizárraga llegó al  santuario inca nueve años antes que Bingham.

 
Agustín Lizárraga era un campesino de clase media que se dedicaba a cobrar impuestos del Estado desde Cusco hasta Quillabamba. En 1902 organizó una expedición para hallar nuevas tierras de cultivo y de esta forma encontró el santuario, cuando llegó a la cima escribió en una piedra del Templo de Las Tres Ventanas: “Agustín Lizárraga, 14 de julio de 1902”, como prueba de su presencia en la ciudad inca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983.
Alfred Bingham, hijo del arqueólogo norteamericano, señala en su libro “Retrato de un explorador” que su padre eliminó de sus escritos toda referencia a Agustín Lizárraga y se fue transformando en el descubridor de Machu Picchu, después de que el agricultor falleciera ahogado en el río Urubamba el 11 de febrero de 1912.
El Director del Parque Arqueológico de Machu Picchu, Fernando Astete, reconoce a Bingham como el descubridor científico: "Para mí todos los que fueron antes de Bingham fueron huaqueros. Al menos 30 años antes que él hubo expertos como el alemán Herman Göhring, que en 1874 ya había cartografiado la zona y tenía identificados los cerros Machu Picchu y Huayna Picchu”. Astete sostiene que no es lo mismo llegar a una ruina arqueológica que estudiarla: “Hiram Bingham es el descubridor científico de Machu Picchu, porque vino con un grupo de profesionales para excavar y estudiar el sitio y lo dio a conocer al mundo”.
En contraste con estas afirmaciones, el ingeniero cusqueño Américo Rivas Tapia, autor del libro "Agustín Lizárraga: el gran descubridor de Machu Picchu", presentado hace un año, argumenta: "Lizárraga no tenía periódico, ni revista, e Hiram Bingham tenía al presidente estadounidense William Howard Taff, al presidente de Perú Augusto B. Leguía, a la National Geographic, a la Universidad de Yale y a sus amigos millonarios".

El periodista arequipeño Enrique Portugal denunció en 1961, a través de su artículo: “Hiram Bingham. El traficante de Machu Picchu”, incluido en el libro “Tareas del Pensamiento Peruano”, el saqueo que el arqueólogo realizó en la ciudad inca: “(...) jamás me sentí tan hondamente preocupado, o mejor terriblemente indignado, cuando al recorrer la vieja ciudad, bajo la lluvia y en medio de un calor ciertamente sofocante a pesar de la enorme altura, comprobé que lo único que Hiram Bingham no se había llevado eran los aposentos reales de pesados muros, las bien delineadas plazas y anfiteatros, las finas y pulidas piedras de las tumbas reales y de la nobleza, los altivos y fuertes torreones, los bellos y hoy descuidados jardines colgantes, el Intihuatana, el famoso Templo de las Tres ventanas, la Plaza Sagrada, el hermoso Templo Semicircular, las mansiones reales, el regio santuario”.
 
¿Cómo llegó Bingham a Machu Picchu?

Bingham viajó al valle de Vilcabamba con Melchor Arteaga, amigo de Lizárraga que conocía perfectamente la zona porque lo acompañó en sus expediciones.
El  24 de julio de 1911, el campesino Melchor Arteaga guió a Bingham hasta el santuario al módico precio de un sol. A mitad de camino Arteaga contactó con dos pobladores de la zona que continuaron el recorrido con Bingham, la inclemencia del clima y el espesor de la selva causaron estragos en ambos caminantes, pero la motivación Bingham era tan grande que continuó ascendiendo hacia la cima de la montaña con sus nuevos compañeros de ruta.  
Cuando llegaron a lo más alto no solo vieron templos, casas y construcciones simétricas de piedra, sino que se toparon con la inscripción de Lizárraga en el Templo de las Tres Ventanas: "Agustín Lizárraga, 14 de julio de 1902".
Un año después Bingham ascendió nuevamente a la ruina arqueológica para continuar con sus investigaciones, acompañado por una expedición financiada por la Universidad de Yale y la National Geographic,  y aprovechó el viaje para borrar de la historia la inscripción de Lizárraga.
José Gabriel Cosio, Delegado del Gobierno Peruano y de la Sociedad Geográfica de Lima ante la expedición científica de la Universidad de Yale, dirigida por Hiram Bingham, escribió: "El Doctor Bingham tiene el indiscutible mérito de ser el primero en haberla estudiado científicamente (...). El 14 de julio de 1902, llegaron a Machu Picchu los vecinos de Collpani, don Enrique Palma y don Agustín Lizárraga, en compañía de don Gabino Sánchez a conocer estos restos, como leí en una inscripción que todavía existía en uno de los muros durante la excursión que hice en enero pasado".
En 2010, la familia Lizárraga constituyó la Asociación Civil “Descendientes de Agustín Lizárraga” que tiene por objetivo el reconocimiento de su antepasado como descubridor de la quinta maravilla del mundo moderno y, de esta forma, hacer realidad el sueño de reescribir la historia…

Pamela Pacheco González (Perú) es egresada del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense de Madrid. Es periodista, actualmente vive y trabaja como comunicadora en Madrid.

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