Desde hace unos días el mapa de Nicaragua es más grande. La Corte
Internacional de Justicia (ICJ) le concedió más de 100 mil kilómetros cuadrados
en el mar Caribe, que durante muchos años estuvieron en posesión de Colombia,
pero que legalmente no eran de ese país.
Todo comenzó en los años 80, el
primer Gobierno sandinista decidió desconocer un tratado entre Nicaragua y
Colombia, firmado en 1928 (Bárcenas-Esguerra). En ese acuerdo Managua cedía a
Bogotá la soberanía del archipiélago de San Andrés, ubicado en el mar Caribe, y
por ese gesto obtendría del país suramericano una parte del mar que nunca fue
definida.
Durante los años que se firmó el tratado, Nicaragua estaba ocupada por el
ejército de los Estados Unidos. Fue precisamente esa ocupación la que esgrimió
el Gobierno nicaragüense para desconocer tal acuerdo en La Haya.
La estrategia de Colombia
Desde hace varias décadas y por
razones de la geopolítica, Colombia ha pretendido dominar las aguas del Caribe
central. La plataforma continental nicaragüense es una de las más grandes de los países
caribeños y una de las más ricas en biodiversidad. Colombia empezó su
estrategia de dominación en Honduras, vecino de Nicaragua en el norte, pero no
le fue bien.
En diciembre de 1999 el Gobierno de Nicaragua, reaccionó airado después
de que Tegucigalpa y Bogotá ratificaran el tratado (Ramírez-López) en el que
definían sus fronteras en el Atlántico, y en el que se lesionaban los intereses
de Managua. Esa delimitación despojaba a Nicaragua de unos 130 mil kilómetros
cuadrados de plataforma marítima.
Nicaragua demandó a Honduras ante la Corte de la Haya para que
suspendiese la ratificación de ese tratado, y de paso delimitase el espacio
marítimo de ambos países en el Caribe. En 2007 el tribunal internacional estableció los límites de los dos
países centroamericanos que no fueron precisamente los que decía el acuerdo
Ramírez-López.
Con esas cartas jugadas en el
escenario internacional, Nicaragua decidió ir a por Colombia. El 6 de diciembre
del 2001 el país centroamericano demandó al Estado colombiano en La Haya para
que éste organismo le devolviese la soberanía sobre el grupo de islas que
estaban en posesión del país andino gracias al acuerdo firmado en 1928, y
además que definiera el límite fronterizo entre ambos países.
En un complejo proceso judicial, que duró más de diez años, la Corte
falló finalmente el pasado 19 de noviembre.
El máximo tribunal reconoció la soberanía de Colombia sobre ese grupo de
islas que Nicaragua reclamaba como suyas, sin embargo le cedió al país
centroamericano una importante porción de más de 100 mil kilómetros cuadrados que
Bogotá explotaba desde hacía mucho tiempo.
El país andino mantiene la soberanía sobre las islas, pero perdió parte
de su territorio marítimo.
Nicaragua en el banquillo de La
Haya
Nicaragua es el país centroamericano que más ha recurrido a la Corte
Internacional de Justicia (ICJ). La mayoría de veces que ha ido lo ha hecho
para demandar temas de delimitación marítima, pero también ha asistido por
temas políticos.
El país centroamericano se estrenó en La Haya en 1958 cuando fue
demandado por el Gobierno de Honduras para que reconociese una resolución
emitida por el Rey de España en 1906 en el que se determinaba la frontera entre
ambos países.
Pero el caso más importante que le ha tocado enfrentar a Nicaragua fue la
demanda que interpuso contra el Gobierno de los Estados Unidos en abril de
1984. Nicaragua logró demostrar ante la Corte Internacional que el Gobierno de
Washington había violado el derecho internacional al financiar la guerra de los
años 80 en contra del pueblo nicaragüense.
Deylin Gutiérrez Pérez (Nicaragua) es egresado del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Además, es periodista y escribe sobre temas internacionales relacionados con Centroamérica y trabaja en proyectos de comunicación 2.0.
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