Hoy domingo, 1 de Julio de 2012 es el día uno de una nueva etapa de la historia de
México. Unos 79 millones de mexicanos acuden a las urnas para elegir al
presidente del país para los próximos 6 años. Mientras escribo, voy revisando
los principales periódicos en internet, twitter y facebook.
Hoy, como nunca antes, la información no solo fluye, más bien se derrama y a pesar de estar lejos, voy siguiendo el proceso con mucho detalle: desde las notas en los periódicos de circulación nacional, hasta las opiniones de amigos y familia en las redes sociales y los tweets de otros tantos.
Hoy, como nunca antes, la información no solo fluye, más bien se derrama y a pesar de estar lejos, voy siguiendo el proceso con mucho detalle: desde las notas en los periódicos de circulación nacional, hasta las opiniones de amigos y familia en las redes sociales y los tweets de otros tantos.
Hoy, el día
uno para México será un día histórico sea cual sea el resultado de las
elecciones. Hoy, alrededor de las 11 de la noche, se darán resultados
preliminares y para mañana el país ya será otro. Hoy millones de mexicanos
decidirán si el PRI debe regresar a tomar las riendas o si por el contrario, la
izquierda debe tener su primera oportunidad al frente del país. Hoy también
será un indicador definitivo para medir el impacto del movimiento de
estudiantes “Yo soy #132” que se hicieron escuchar y ver cuando rechazaron la
visita del candidato del PRI, Enrique Pena Nieto a una de las universidades
privadas de más prestigio en el país, la Universidad Iberoamericana.
Hoy, el
Instituto Federal Electoral (IFE) tiene una enorme responsabilidad cuando las
teorías de fraudes electorales hace muchos años que dejaron de ser
descabelladas en México. Hoy, en el día uno, México ya no puede seguir
escondiendo las practicas de compra de votos y coerción que parece ser la
constante en el interior de país. Hoy miles de ciudadanos están activos
vigilado, reportando, denunciando.
Y mañana,
mañana como dije antes mi país será otro, las fuerzas que lo muevan están
directamente relacionadas con el resultado de la elección. Mañana no sólo sabremos quién será presidente,
también sabremos cuánto hemos cambiado como sociedad, cómo reflexionamos nuestro voto, pero
también cómo entendemos la política y cómo ejercemos el derecho a sufragar.
Y mañana ojalá el cambio haya sucedido. Ojalá el miedo sembrado no haya tenido un
efecto fatal y ojalá México pueda presumir de ser un país verdaderamente democrático y de
tener procesos electorales transparentes y confiables. Ojalá mañana las boletas electorales se hayan convertido en
una nueva realidad para el país.
Veraliah
Bueno Álvarez (México) es egresada del Máster en Comunicación
Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense
de Madrid. Actualmente vive y trabaja en Bruselas desempeñándose como
Oficial de Comunicación e Información de la Federación Internacional de
Entidades de Derechos Reprográficos (IFRRO, por sus siglas en inglés).
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