martes, 17 de abril de 2012

MÉXICO: ELECCIONES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIALES



Escribe Veraliah Bueno

Tal y como la tecnología y en especial el Internet han cambiado la vida del ser humano, también han introducido una nueva forma de hacer política. 

Hoy en día, gracias a los medios de comunicación sociales ya nada es ni será igual para los tres principales candidatos a la presidencia de México.


Las elecciones presidenciales en México tendrán lugar el próximo 2 de julio para elegir al primer mandatario para un periodo de seis años. Los tres principales candidatos presidenciales son:

Andrés Manuel López Obrador, Partido de la Revolución Democrática (PRD). Tendencia: centro-izquierda. Partido cuyo origen estuvo en el PRI. Suele identificarse con las causas sociales y a menudo también es vinculado con manifestaciones políticas radicales.

Enrique Peña Nieto, Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Tendencia: centro-derecha
Heredero de 60  años en la cima del poder.

Josefina Vázquez Mota, Partido Acción Nacional (PAN).
Tendencia: derecha.
El PAN ha conquistado en los últimos dos sexenios la presidencia de la República.  Se le adjudica una relación muy cercana con figuras de la cúpula de la iglesia católica.

Otros candidatos normalmente celebrarán alianzas que les garanticen ciertos puestos una vez pasadas las elecciones.

La historia de México y la caza de electores tiene tantas formas como la imaginación nos pueda sugerir: cuando el PRI, partido político heredero de la revolución, ofreció tierras a los desposeídos; cuando en los mítines de candidatos la gente recibía comida para asistir; cuando comenzaron a recibir dinero o les condicionaron beneficios si el candidato en cuestión ganaba las elecciones; cuando los resultados de los debates en años recientes podían cambiar la intención de voto; cuando la televisión y los principales líderes de opinión de los medios de comunicación tradicionales podían influir en los lectores/espectadores; cuando la iglesia (las iglesias) podían enviar mensajes a sus feligreses para que éstos votaran por tal o cual partido; cuando la publicidad se valió de las formas más deplorables para desacreditar a un candidato y ensalzar a otro; cuando los escándalos de figuras clave de la política eran “colados” a importantes noticiarios en horas estelares de las principales cadenas televisivas; cuando las telenovelas,  el fútbol y la religión han funcionado como el opio de un pueblo poco consciente de la oferta política y cuando las encuestas podían también influir en la intención de voto.

En las próximas elecciones la conquista de electores va a estar en Internet y en las redes sociales. Lo ciudadanos, yo también,  confían  más en los blogs, en Facebook o en Twitter que en los medios de comunicación tradicionales que, por sus   antecedentes,  sus relación con el poder y sus negocios, dejan poco lugar para la confianza ciudadana.

López Obrador y Vázquez Mota, conscientes del poder de la red, se han dado a la tarea de desarrollar estrategias de comunicación para medios de comunicación social que crecen de manera exponencial a cada día y que ocupan importantes cantidades del tiempo de ocio de jóvenes y adultos.  Debe ser que el votante promedio está ahí, en Facebook, en Twitter y los más aventurados, escribiendo en un blog. 

Peña Nieto cuelga en la red  fotografías familiares y su esposa  “desmiente” rumores a través de su actividad en Facebook. 

También candidatos menores colocan como foto de perfil una orgullosa pose mientras se porta un arma de alto calibre.

Y, en estas elecciones, a diferencia de otros tiempos, los rumores alcanzarán mayores dimensiones por efecto de la acción de las redes sociales. Cuidar la reputación se convertirá en la prioridad número uno, mientras que la privacidad habrá desaparecido. Y, ya no hay duda,  lo que  no tiene presencia en las redes sociales, simplemente no existe.

Mis amigos y contactos, al igual que millones de votantes mexicanos,  recomendarán desde sus cuentas en Facebook y Twitter cientos, miles de  links para hacernos reflexionar acerca del voto, se mofarán de los candidatos y sus actividades, se pelearán unos con otros debido a las diferencias ideológicas, etcétera.

Y claro, los partidos políticos, los candidatos,  saben bien esto, pero a diferencia de otros tiempos, aunque lo intentarán por todos los medios, esta vez no podrán controlarlo.

Las campañas electorales en esta primavera mexicana, sin duda continuarán en sus formas tradicionales, pero con tendrán además una enorme presencia y atención  a cuanto implica Internet.

Hoy como nunca antes, los tres principales candidatos a la presidencia de México, tendrán que dar una lucha en las plataformas, tan  poco predecibles como son los medios sociales, y los electores no sólo no podrán escapar del proceso electoral, sino que tomarán parte de éste más que nunca.

Y, sin lugar a dudas, quien más convenza en Internet, será el nuevo Presidente de México.

Veraliah Bueno Álvarez (México) es egresada del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente vive y trabaja en Bruselas desempeñándose como Oficial de Comunicación e Información de la Federación Internacional de Entidades de Derechos Reprográficos (IFRRO, por sus siglas en inglés).

1 comentario:

  1. Gracias Veraliah por esta nueva visión de hacer política. La verdad es que tiene su sentido ya que el uso de las redes sociales es un hábito muy cotidiano para el ciudadano medio.

    Por ello, la comunicación 2.0 le da la oportunidad al candidato de estar directamente, en un medio web, con los ciudadanos, mientras realiza una labor coticiana como "uno más". Una acción que le humaniza y le acerca aún más a sus votantes.

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